La tierna historia de Mariquita

Mariquita iba una mañana con su madre a ser feliz por los caminos de la vida, Mariquita, tan linda como todos los días, peinó sus cabellos con un peine fino, su ondulado cabello caía a la altura de su cintura, rubio y brillante, llevaba un hermoso vestido blanco con florecitas rojas, el vestido ideal para una hermosa niña de 5 años.

Oh Mariquita tan bella, tomada de la mano de su madre en el autobús, cantando y jugando con sus manos. Todos dentro del transporte observaban con ternura a la bella Mariquita, seguramente pensaban que una niña así debería ser muy elegante y educada, Mariquita, tan increíble que parece sacada de un cuento de hadas.

-Mamá, ¿Ya vamos a llegar?

-Pronto, Mariquita, pronto

-Mamá, ¿Ese es mi papel?

-No mariquita este lo traje en mi bolsa

De pronto, Mariquita recibe de manos de su madre un cuadrito de papel perfumado de baño, se mete el dedo a la nariz y sale una no tan hermosa sorpresa de ahí dentro, Mariquita está sorprendida como pensando "¿Qué es esto?" y lo pega en el cuadrito que su mamá acaba de darle, lo pega y lo despega, lo estira como a un chicle, lo huele, lo observa, calcula, y analiza, es una mezcla pastosa, color verde, voltea a ver a su mamá como esperando a que no la vea, pero no sucede, han pasado cuatro cuadras y ella sigue pegando y despegando la delicia que lleva en su papel, ha decidido pegarlo justo en el centro, se lo acerca lentamente a la boca y estando a cerca de 2 centímetros de distancia su madre descubre lo que Mariquita intenta hacer, dobla el papel y lo guarda en la bolsa del hermoso vestido de Mariquita, seguramente ella piensa que tan exquisito manjar no puede ser deleitado en público.

Mariquita es ahora una niña grande, ha conocido un moco y lo ha explorado, no ha podido probarlo pero en cualquier momento, cuando su madre se de vuelta y se despiste, ella habrá saciado toda su curiosidad.