miércoles, 12 de mayo de 2010

Nota periodística convertida en cuento.


Frustran violación a dama en las vías
Noel Vázquez * CP. Dos indocumentados vieron frustrados sus intentos de violar a una dama al momento que transitaba la estación de ferrocarriles, informaron fuentes policíacas, quienes dijeron que los hechos ocurrieron a las dos de la madrugada de este viernes.

La Policía dijo que en los rondines acostumbrados que hacen se percataron que entre las vías del ferrocarril, Elena Mendoza Lara, de 30 años de edad, estaba siendo manoseada por dos sujetos ilegales quienes pretendían tirarla para violarla, pero debido a la oportuna intervención de ellos, evitaron que los sujetos la violaran.

Las autoridades policíacas mencionaron que los sujetos al verlos se dieron a la fuga, por lo que la agraviada les dijo que ella se dirigía a su domicilio en la Novena Sur, cuando los dos sujetos quienes le dijeron que eran cachucos, primero pretendieron que les diera un beso, en vista que se negó empezaron a manosearla al tiempo que le decían que la iban a violar.

Pese a esto, la Policía demostrando una vez más que siempre está pendiente en el lugar de los hechos, frustró que estos sujetos consumaran la violación en agravio de Elena Mendoza Lara, quien dijo que a una cuadra de las vías del ferrocarril había convivido con unos familiares y cuando caminaba cruzando la vía para abordar un taxi, le salieron a su paso los maleantes.

Casualidad
Como todas las mañanas ella se levantó esperando que fuera un día especial, cada paso que daba para ella era una nueva esperanza, cada suspiro una oportunidad de amar.

Ese día se veía hermosa, su cabello ondulado hasta la cintura caía con delicadeza, su piel morena se veía perfecta, había descansado bien la noche anterior y su rostro lo reflejaba, su cuerpo, delgado, parecía sacado de un cuento de hadas, ella nunca se había sentido tan hermosa como ese día, supuso que encontraría el amor y esperaba no dejarlo escapar.

Cayó la tarde y regresaba del trabajo, con esa sonrisa que le hacía creer que conquistaría al mundo, estaba equivocada, dicen que en la vida todo debe estar equilibrado, su alegría y su belleza estaban equilibrados con su destino, ella debía saber que no era el día perfecto, alguien debía decirle que ese no era el camino adecuado, desafortunadamente no había nadie que lo supiera, nadie que pudiera alertarla.

Le gustaba escuchar el sonido de las hojas que chocaban con las vías del tren y eligió el camino de todos los días, ellos estaban ahí, como imaginando su llegada, como adivinando sus pasos, ella no sintió miedo, se sintió hermosa e inmune, ¡Qué tontería! Nunca la belleza ha tenido la capacidad para salvar a la gente y a ella únicamente la hundió más.

Se acercaron, recorrieron su cuerpo con sus manos, rozaron sus mejillas con sus labios, le dijeron al oído lo que imaginaban hacer con su cuerpo, le hicieron saber que hacía muchos días que no estaban  con una mujer y que ella complacería cada uno de sus caprichos, amablemente le pidieron un beso, lo mas amablemente posible para quien pretende tener a una mujer por la fuerza, cada centímetro de su cuerpo era para ellos era un tesoro encontrado, era el agua que le hacía falta para sobrevivir en su desierto.

Ellos estaban por arrancarle el vestido para tomar lo que se escondía bajo el mismo, cuando de entre las sombras, de detrás de los arbustos apareció quien la rescataría de lo que parecía un final espantoso, y como había dicho antes, la vida debe estar equilibrada, ella debía tener un príncipe azul, era lo mínimo que se merecía al tener un cuerpo de cuento de hadas, ellos huyeron al verlo parado con tanta autoridad y ella que creía que ese día encontraría el amor y que no lo dejaría escapar únicamente le dio las gracias.

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